A lo largo de nuestra vida, padres, profesores y personas de influencia nos enseñan que uno de los fines últimos que debemos conseguir es la felicidad, ser felices. Una felicidad que con el transcurso del tiempo y sobre todo con la aparición de problemas, cada vez más difíciles de resolver, se aleja de nuestros objetivos primarios y pasa a un segundo plano. Conseguir este fin de “ser feliz” (tanto interiormente como con aquello que nos rodea) tiene una profunda relación con nuestras virtudes y fortalezas y de qué manera las utilizamos para solucionar los problemas que nos genera la vida. Es en estas virtudes y fortalezas, así como las experiencias, rasgos positivos, motivaciones y capacidades de cada uno en lo que se basa la Psicología Positiva con el fin de mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas. Existen diferentes variables pertenecientes al sujeto que van a influir en el bienestar de las personas y por tanto, en estar más satisfechos con la vida: resiliencia, autoestima, optimismo o flow, entre otras.
El “flow” o flujo, además de ser una de las variables que incrementa el bienestar de la persona, es una de las principales teorías de la Psicología Positiva. Su creador, Mihalyi Csikszentmihalyi, lo define como un estado en el cual la persona se encuentra totalmente concentrada en una actividad por su propio placer y disfrute, durante la cual se pierde el sentido del tiempo y las acciones, pensamientos y movimientos se suceden sin pausa. Todo el ser está absorto en la actividad, y la persona utiliza sus capacidades, destrezas y habilidades llevándolos al extremo. Es en esta situación dónde la persona se encuentra totalmente entregada, dónde pierde la noción del tiempo y dónde experimenta una enorme satisfacción cuando decimos que a persona está en “flow” con dicha actividad.
Entre las variables que influyen en tener mayor o menor “flow” en una actividad se encuentran las siguientes:
- Claridad de meta: cuanto más claro tengamos en objetivo que deseamos conseguir en la actividad mayor “flow” tendremos en la tarea.
- Feed-back inmediato a las propias acciones
- Atención completamente focalizada en la tarea
- Se retan las propias capacidades y se explotan al máximo
- No hay distracciones
- Sentido de control sobre la actividad
- Distorsión en el sentido del tiempo
- Percepción de que la actividad es intrínsecamente gratificante
En el mundo del deporte, el término del “flow” ha sido estudiado a partir de la evaluación de variables tales como la motivación del deportista, orientación a la meta y eficacia percibida así como sus mejores y peores experiencias en el deporte en el que se dedican.
Por tanto, trabajar las diferentes habilidades psicológicas que influyen en tener un mayor “flow” en la actividad o el deporte que practiquemos nos ayudará, no solo a disfrutar más sino a cumplir con ese objetivo perdido actualmente llamado felicidad.
